¿DÓNDE ESTÁ MI RIÑONERA?

Este fue el episodio más melodramático de todo el Camino.
Llegamos a Santa Marina, y cuando la señora del restaurante nos señaló el hotelito tan lindo creíamos que nos alojaríamos allí, pero cuando nos acompañó, nos alojó en la casita pegada al hotel. ¡Qué desilusión!
Pero luego nos gustó, todo estaba muy limpio y coquetón.
Las camitas tenían unos edredones de raso azul cielo y al poner la riñonera sobre la cama , se me resbaló por detrás sin darme cuenta y allí se quedó. Tengo fotos de la cama porque coloqué mi gorra florida en el cabecero. Creo que fue ese mismo día cuando Ambulante tuvo el lindo detalle de hacerme la trencita florida para que me la pusiera de pulsera o algo así y a mi se me ocurrió ponerla en la gorra y quedó preciosa.
Bien, pues de Santa Marina, recuerdo también que el día estaba fresco pero soleado y tuve que tomar mucho “Acuarium” porque según las indicaciones que nos iba dando Rubén por el móvil, era indispensable tomarlo para evitar agujetas y deshidratación (también hay por ahí una foto que me hice para él , tomando acuarium ) Ese día se me perdió el reloj de pulsera junto a una tienda que entré a comprar barritas reconstituyentes, pero volví para atrás y lo encontré. Por la tarde, el paseo por el prado viendo vacas y ovejas pastando y...la puesta de sol más bella de todo el Camino. ¿Recuerdas Ambu?


Está recogida minuto a minuto en una sucesión de 14 fotos ...¡¡14 fotos para una puesta de sol memorable!!
Al siguente día el sol volvió radiante y salimos tempranito, y ese día ocurrieron episodios muy lindos ,....mi encuentro con el ratocillo peregrino,...mi descubrimiento de aquel rincón en solitario, donde realmente me sentí fundida con el Camino y le envié un sms a ambulante en el que le decía:_ ¡He encontrado ya a Mi Camino! ¡Ahora sí me siento peregrina de verdad!!-

“No importa si un día te alejas. Siempre llevaré conmigo la huella de tu pisada y la luz de tu sonrisa”.

Ese fue el mensaje ue mi amiga peregrina me dejo en mi movil.

Después llegó Ambu y me condecoró peregrina, colgándome al cuello la vieira que ella secretamente llevaba preparada para tal efecto cuando llegara el momento. ¡¡Vaya lujo de camino, Dios mío!!

pasamos Luarca, dormimos creo en Piñera, pasamos por Navia, donde desayunamos... ¡¡tortilla de papas!!,y cuando subíamos por Jarrio, descansamos junto a la ermita de Santa Ana y de las ruinas del hospital de peregrinos , lugar en el que saqué una de las fotos más lindas del Camino -la de la telaraña al contraste del rayo de luz del sol_ ¡¡preciosa foto!!
Bien , pues allí, como ya iba mosqueadilla porque no me acordaba si la riñonera la llevaba en el fondo de la mochila .. pues allí saqué todo lo que llevaba dentro y...¡¡la riñonera no estaba!!! ¡¡Ay qué disgusto!! Toda mi documentación dni, tarjetas de crédito, tarjeta de mi seguro de salud, las recetas, el poco dinero que llevaba,...ufff. ¿y ahora qué hago? -pensé- pues como tenía el número de teléfono de todos los lugares donde comíamos o dormíamos (cosa muy buena que se debe hacer siempre) pues llamé a Santa Marina y me contestan que efectivamente se me había quedado allí, que la chica que fue a recoger la habitación la encontró detrás de la cama. ¡¡Diosss, con lo lejos que estábamos ya de Santa Marina!!.

No sé a quién se le ocurrió la bendita idea de llamar a Seur. Primera llamada: me cobraban una burrada por traermela. Le dije no puedo, no dispongo de ese dinero, soy peregrina y he perdido tarjetas y todo. No quería llamar a casa para no disgustar también a la familia.Seguimos caminando y pensando qué hacer. Segunda llamada a Seúr: le echo otra vez la llorada, me dicen que espere que más tarde me llamará un responsable de la compañía. En efecto, me llamó, ajustamos un poco más el precio, no recuerdo si fueron unos 30€ de 60 o más que me pedían en un principio. Total no me quedó más remedio que aceptar.
Pero luego el problema fue con el repartidor, que se puso en contacto conmigo y me dice que si el bolsito no estaba bien empaquetado y sellado, él no se comprometía a transportarlo porque podía faltarle algo. Santa razón que llevaba el muchachito. Vuelta a llamar a Santa Marina. Le expliqué a la señora el problema, bien, pues me hizo el gran favor de empaquetarla y bien todo. Pero luego se estableció una relación telefónica, vía móvil, con el repartidor de Seúr,
que ya al final pareciamos pareja de hecho: ...mi amor, donde estás, por dónde vas, dónde te encuentras, nos vemos en tal sitio.... ¡¡horrorrrrr qué pesadilla!!
Y ya para no cansarles – como diría mi suegra- al final ni me encontré con él ni na de na. Me dice en su última llamada: voy por la carretera tal y estoy viendo una pareja de peregrinos que caminan por el arcén ¿¿quienes serían?? ¡¡Naturalmente Narciso y Bot!! Porque Ambulante y Marcamar estaban con los ciervos vadeando ríos. Los llamo por el móvil y les digo: ¿veís una camioneta de Seur? -sí, si que la vemos- bien, pues recogedme la riñonera, pagadle al chico y ya arreglamos. ok.
Y aquí viene el mensaje más original recibido en el móvil: Tranquila, Marca, ....¡la maricona está en nuestro poder!...jajajajajjajajaa
Cuando llegamos a Tapia de Casariego, último destino asturiano de nuestro camino, allí estaba la dichosa mariconaaaaa, nunca mejor dicho, y mis amigos muertos de risa. Y ya no me la quité de encima ni para dormir.
Y ese fue uno más de los tantos episodios melodramáticos del Camino,
....¡¡de mi puñetero Camino...que tengo unas ganas de volver y meterle cuatro patadas!!!!
Con todo mi cariño para él...para Mi Camino...suya siempre: MARCAMAR