LOS PERSONAJES DE MI CAMINO: mis compañeros peregrinos

En el CAMINO DE SANTIAGO lo más importante es la relación que se establece entre el peregrino y su propio "yo". Es muy fuerte la introspección que se produce en el individuo al enfrentarse con su propia realidad, donde sólo cuenta con su persona, su mochila y su Camino, donde lo único importante que tiene que hacer es caminar y pensar, reflexionar sobre por qué está allí, qué motivación le ha llevado a embarcarse en este viaje, qué tiene el Camino que ofrecerle a su forma de vida, qué va a sacar de positivo de todo este disparate, etc.
Luego, lo segundo más importante para mi del Camino son las personas que conoces, los compañeros de viaje, con los que caminas, conversas, comes, duermes, rezas, etc. El Camino es el lugar perfecto para que afloren los sentimientos, las confidencias, las heridas del pasado, ¡tantas cosas que compartir!
Ahí es donde uno se da cuenta de la riqueza y de la pobreza de nuestra vida. Es como si en ese momento se destapara ese baúl viejo interior en el que guardamos todo aquello que a lo largo de nuestra vida nos ha dañado o perturbado. Y somos capaces de sacarlos en ese momento y airearlos sin ningún pudor, delante de personas que acabas de conocer, cosa que jamás harías con alguien conocido y en cualquier otro lugar que no sea el Camino.
Por eso para mi, mis personajes del Camino han dejado su huella indeleble.

AMBULANTE o AMBULANT,- Una mujer castellana, más joven que yo, pero que dada su personalidad y su rica experiencia de la vida, me pareció mayor y por supuesto que la adopté como guía espiritual de mi peregrinar. Aprendí mucho de ella. Aprendí a no juzgar por las apariencias, a mirar a las personas no sólo a la cara sino dentro de su alma, aprendí que cada persona es dueña de su verdad y que no necesitas estar de acuerdo con esa verdad para aceptarla y comprenderla. Aprendí a tener Fe con alguien que aparentemente parecía no ser "creyente". Sí, aprendí mucho y sigo aprendiendo de mi amiga AMBU y de su CAMINO.¡Gracias, peregrina!

BOTELLO: Una mujer andaluza malagueña, más joven también que yo (todo mundo es ya más joven que yo) alegre, sonriente siempre, yo la llamaba "la chica de la sonrisa azul" porque no sonreía sólo con los labios sino con sus ojos azules como el cielo. Su interior, rebosante de bondad, atenta, protectora, cercana y con una gran fuerza espiritual. También de ella aprendí mucho y le estoy muy agradecida.¡Gracias, Bot!

NARCISO: También malagueño.Es el esposo de Botello. Bueno, de Narciso decir que es un auténtico niño grande, que disfruta del Camino como un chiquillo con zapatos nuevos. Muy metódico, organizado, previsor, ferviente, religioso (todas las mañanas hacíamos un descanso y él dirigía los laudes que nos confortaban y nos daba fuerzas para emprender la jornada). Iba siempre delante,
con su caminar, aparentemente lento, verlo desaparecer en la distancia , ... pero tener la certeza de que está ahí, pendiente de nuestra llegada. ¡Gracias Narci!

Estas tres personas peregrinas fueron el 2º mejor regalo que el CAMINO DE SANTIAGO me hizo.(El 1º fue el propio CAMINO) ¡GRACIASS!!